Síndrome de migración larvaria visceral o toxocariasis
Síndrome de migración larvaria visceral o toxocariasis
Se ha llamado también síndrome de larva “migrans” visceral y granulomatosis parasitaria. En
general el síndrome está caracterizado por elevada eosinofilia, hepatomegalia con granulomas
de cuerpo extraño e infiltrados pulmonares.
Agentes etiológicos
Son las larvas de los ascárides de perros
y gatos: Toxocara canis y Toxocara cati,
cuando invaden el organismo humano,
sin llegar a formar parásitos adultos
Los parásitos adultos presentes en el
intestino de los animales, son
similares a A. lumbricoides del hombre, del
cual pueden diferenciarse por presentar
menor tamaño: 5 cm a 10 cm de longitud,
menor diámetro y dos expansiones laterales
de la cutícula en el extremo anterior, en forma de aletas.
Los huevos son
similares a los de Ascaris humano, pero un
poco mayores de tamaño, redondeados y
con la cubierta externa más irregular. Las larvas, que son las únicas formas
del parásito que afectan al hombre, miden
aproximadamente 400 µ de longitud y tienen características morfológicas propias de
la especie, que permiten identificarlas en
cortes seriados o al examen parasitológico,
si se logran aislar.
Ciclos de vida
Los parásitos adultos están en el intestino de perros y gatos. Los huevos
eliminados en las materias fecales de
estos animales embrionan en el medio ambiente. Si son ingeridos por los
animales hacen el ciclo normal hasta
llegar a parásitos adultos. Si son ingeridos por el hombre sólo llegan al
estado larvario en las vísceras.
Patología y patogenia
Los órganos más afectados en orden de frecuencia son: hígado, pulmones, cerebro, ojos
y ganglios. En ellos, con excepción del SNC,
se forman granulomas de cuerpo extraño con
infiltración eosinofílica. Las larvas se rodean
progresivamente de tejido fibroso y terminan
por calcificarse.
El hígado se encuentra aumentado de tamaño y presenta los granulomas, algunas veces palpables o visibles como granulaciones
diminutas de aproximadamente 0,5 mm. En
los pulmones existe exudado inflamatorio
con pequeñas consolidaciones, las cuales al
examen microscópico muestran abundantes
eosinófilos y cristales de Charcot-Leyden. En
el cerebro las larvas actúan como focos irritativos, pues producen lesiones similares a pequeños tumores.
Manifestaciones clínicas
En el hígado produce hepatomegalia
y mal estado general, la invasión pulmonar da origen a síntomas respiratorios. En el ojo se presentan deficiencias visuales y aun ceguera. En el SNC
pueden causar epilepsia, encefalitis,
meningitis y alteraciones neurosiquiátricas. En la mayoría de los casos
cursa con hipereosinofilia.
Diagnóstico
La enfermedad se sospecha clínicamente aunque no tiene síntomas característicos que la identifique. La
presencia de anticuerpos demostrados
por ELISA o por otros métodos contribuye al diagnóstico, pero la confirmación se hace exclusivamente por el hallazgo de las larvas en los tejidos.
Epidemiología y prevención
La enfermedad es una zoonosis relacionada con animales domésticos,
perros y gatos, se presenta principalmente en niños que conviven con
estos animales y que tengan contacto
con tierra en donde pueden estar los
huevos infectantes. La toxocarosis en
perros es alta y su presencia determina que existan casos humanos.
Tratamiento
Regularmente no se utilizan antihelmínticos, aunque el tiabendazol y el
mebendazol tienen cierta acción en
las etapas iniciales, antes de formarse
el granuloma.
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