Tricocefalosis y Uncinariasis
Tricocefalosis y Uncinariasis
Tricocefalosis
Esta parasitosis es otra geohelmintiasis que
afecta al hombre. Trichuris trichiura o tricocéfalo, deriva su
nombre del griego “thrikhos” que significa
pelo, debido a la forma de la parte anterior.
Es un gusano blanco de aproximadamente
3 cm a 5 cm de largo; los machos, como en
casi todos los helmintos, son más pequeños
que las hembras . La parte anterior es delgada y ocupa dos terceras partes
del parásito. El tercio posterior es más grueso
y en conjunto simula un látigo.
La hembra termina en forma recta en su extremo posterior mientras que el macho tiene
una curvatura pronunciada y está provisto en
este extremo de una espícula copumatriz.
Es otro geohelminto cuyos huevos
embrionan en la tierra, son infectantes por vía oral y las larvas dan origen
a parásitos adultos en el intestino sin
hacer ciclo pulmonar.
Patología y patogenia
La mayoría de la infecciones presentan patología muy leve, consistente
en lesión traumática local con edema
y hemorragia en el punto donde cada
parásito perfora la mucosa del colon.
En infecciones intensas puede haber
colitis, rectitits y presentarse prolapso rectal. Ocasionalmente se puede
localizar en el apéndice. La principal patología producida por los
tricocéfalos proviene de la lesión mecánica, al introducirse parte de la porción anterior en la mucosa del intestino grueso.
Esta lesión traumática causa inflamación
local, edema y hemorragia, con pocos cambios histológicos. En niños con infecciones
crónicas se ha detectado aumento de IgE
circulante y en la mucosa del colon se ha
encontrado elevadas cantidades de histamina y de mastocitos.
Manifestaciones clínicas
La mayoría de los casos son de intensidad leve y personas asintomáticas.
En infecciones medianas e intensas se
produce dolor cólico y diarrea. En las
formas más graves y especialmente
en los niños desnutridos, hay disentería y ocasionalmente prolapso rectal.

Diagnostico
Tratamiento
Uncinariasis
Esta geohelmintiasis llamada también anquilostomiasis o anemia tropical, es una de las
principales parasitosis intestinales, por la anemia que causa y por la repercusión sobre la
economía, al disminuir el rendimiento laboral
de los pacientes afectados.
Agente etiológico
Existen dos géneros principales entre
las uncinarias como patógenas para los
seres humanos, Ancylostoma y Necator. Estos nemátodos miden aproximadamente 10 mm de longitud. Se diferencian principalmente por la cavidad
bucal. Los huevos de las dos especies
son indistinguibles los cuales en la tierra, dan lugar a la primera forma larvaria llamada rhaditiforme de 250 µ, la
que duplica el tamaño y se convierte en
infectante, llamada larva filariforme.
Las uncinarias pertenecen a la familia Ancylostomidae, que posee una cápsula bucal con
órganos cortantes. El hombre es afectado por
dos géneros: Ancylostoma, con dientes y Necator, que tiene placas cortantes. Las dos especies principales son A. duodenale y N. americanus.
Ancylostoma duodenale:
Más grueso y un
poco más largo: hembra de 9 mm a 15 mm y
macho de 7 mm a 10 mm; extremo anterior
generalmente recto, cuerpo en curva amplia
con forma de C; cápsula bucal grande con dos
pares de dientes puntiagudos ,
vulva en el tercio posterior, bursa copulatriz
con prolongaciones cortas.
Más delgado y de menor tamaño: hembra de 9 mm a 11 mm y macho de
5 mm a 9 mm; extremo anterior curvo; cuerpo recto o con ligera curva en sentido inverso
a la parte anterior, con tendencia a la forma de S; cápsula bucal pequeña, con un par de
placas cortantes la
bucal le sigue un esófago en forma de bulbo
que al contraerse le permite succionar la sangre; vulva cerca a la mitad del
cuerpo; bursa copulatriz con prolongaciones
largas.
Las larvas que se forman en la tierra son de dos tipos, con morfología diferente.
La primera o rhabditiforme es la que sale del
huevo y la segunda o filariforme se origina por
trasformación de la anterior. Se pueden diferenciar por lo siguiente:
1. Larva rhabditiforme: Móvil, el tamaño es
de 250 µ de largo por 20 µ de diámetro;
extremo anterior romo con cavidad bucal larga; esófago notorio con tres partes:
cuerpo, istmo donde está el anillo nervioso y bulbo, estas características del esófago
son las que originan el nombre de rhabditiforme, por la similitud con helmintos del
género Rhabdias; intestino rudimentario
que termina en el ano, primordio genital
puntiforme o no visible, extremo posterior
puntiagudo.
2. Larva filariforme: Muy móvil; mide 500 µ
de largo por 25 µ de diámetro; membrana
envolvente trasparente que puede perderse; no se observa cavidad bucal; esófago
recto sin divisiones, unido al intestino por
una pequeña dilatación; el extremo posterior de la larva es puntiagudo.
Ciclo de vida
Los parásitos adultos viven adheridos a la mucosa del intestino delgado, donde permanecen varios años
succionando sangre. Producen huevos que salen con la materia fecal
los cuales en la tierra dan origen a
las larvas rhaditiformes y filariformes, éstas últimas penetran por la
piel para iniciar un recorrido sanguíneo y pulmonar hasta llegar al intestino delgado donde se convierten
en parásitos adultos.
Patología y patogenia
La patología se produce en cuatro niveles de
acuerdo a las etapas de invasión y actividad de
los parásitos:
Piel:
Inicialmente existen lesiones en la piel
por la penetración de las larvas filariformes,
consistentes en eritema, edema, pápulas, vesículas y pústulas cuando existe infección secundaria.
Pulmones:
Cuando las larvas llegan a los pulmones producen pequeñas hemorragias por
ruptura de los capilares y causan reacción inflamatoria, en la cual predominan células mononucleadas. Cuando existe invasión masiva
el cuadro anatomopatológico corresponde a
focos neumónicos.
Intestino:
La fijación de los parásitos adultos a la mucosa intestinal causa una lesión
inflamatoria y mecánica. Las alteraciones macroscópicas en el intestino son prácticamente
insignificantes; microscópicamente se observa reacción inflamatoria sangrante en el sitio
donde se fija el parásito.
Anemia:
El principal daño producido por las
uncinarias es la pérdida de sangre debido a la
succión y hemorragia.Se calcula que cada
parásito puede ser responsable de la pérdida
diaria de 0.04 mL para Necator y 0.20 mL para
A. duodenale; parte de esta sangre es utilizada para la nutrición de los parásitos y otra es
eliminada por su tracto digestivo. Como factor
agravante debe considerarse la posibilidad
de hemorragia transitoria en cada punto sangrante que dejan los parásitos al desprenderse de la mucosa para trasladarse a otro lugar.
Manifestaciones clínicas
En la piel se presenta dermatitis pruriginosa, en los pulmones síntomas
respiratorios inespecíficos. La sintomatología intestinal consiste en duodenitis, pero el efecto principal se
deriva de la anemia por pérdida de
sangre. En casos avanzados puede llegar a producir insuficiencia cardíaca,
desnutrición y edemas.
Diagnóstico
El diagnóstico etiológico se comprueba por la identificación de huevos en
la materia fecal, cuya cantidad determina el número de parásitos y la severidad de la parasitosis. En la etapa de
la migración de las larvas existe eosinofilia. El examen de sangre revela las
características de la anemia.
Epidemiología, prevención y control
Esta geohelmintiasis predomina en
la población rural de zonas tropicales. El contacto de la piel con la tierra contaminada permite la invasión
de las larvas, por lo cual predomina
en campesinos descalzos, principalmente en niños y en hombres de edad
laboral. Las medidas de control se deben dirigir a evitar la contaminación
fecal de la tierra y al uso de zapatos.
En las zonas de alta endemicidad se
recomiendan los programas de quimioterapia preventiva.
Tratamiento
Los benzimidazoles y el pamoato de
pirantel son los dos anitihelmínticos
efectivos en dosis de tres días. El tratamiento de la anemia se realiza con
derivados del hierro por vía oral y generalmente por tiempo prolongado.
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