Himenolepiasis y Dipylidiasis

        Himenolepiasis y Dipylidiasis  


Son céstodos pequeños entre 2 y 60 cm que habitan en el intestino delgado donde producen huevos infectantes para hombres y animales, principalmente roedores o caninos. El más frecuente es H. nana, especialmente en niños. En ellos la infección múltiple puede producir sintomatología digestiva. El diagnóstico se hace por identificación de los huevos en materias fecales. El tratamiento se hace con praziquantel.

Agentes etiológicos

Hymenolepis nana:
Es el más pequeño de los céstodos humanos, mide de 2 a 4 cm. El escólex posee cuatro ventosas con rostelo retráctil y una corona de ganchos (figura 5-20). El cuello es largo, delgado y se continúa con el estróbilo, la cual puede tener hasta 200 proglótides más anchos que largos; éstos contienen principalmente los órganos genitales que desembocan a un poro genital lateral por donde salen los huevos. Éstos son ovalados o redondeados con un diámetro de 40 µ a 50 µ, blancos, trasparentes, con una doble membrana y filamentos en forma de mechón que salen de los polos de la membrana interna. En el interior se encuentra la oncosfera provista de tres pares de ganchos. 




Ciclos de vida H. nana

El parasitismo por este céstodo es múltiple; los parásitos adultos se localizan en el intestino delgado de los huéspedes definitivos, que son las ratas, ratones y el hombre. Algunos autores diferencian H. nana de los roedores como variedad fraterna, morfológicamente igual a la humana, pero con capacidad de infectar sólo a los animales. Los huevos son infectantes inmediatamente salen en las materias fecales y no requieren huésped intermediario. La transmisión se hace por vía oral, la oncosfera se libera en el duodeno y penetra en la mucosa intestinal donde forma una larva llamada cisticercoide, la cual al cabo de varios días sale de nuevo a la luz intestinal, para formar el parásito adulto que se fija en la mucosa. El ciclo completo desde la entrada del huevo, es de aproximadamente tres semanas, y la vida de los parásitos adultos es de varias semanas. De acuerdo al ciclo descrito se considera al hombre como huésped definitivo e intermediario de este parásito. Existe la posibilidad de que los huevos den origen a oncosferas en el intestino sin salir al exterior, en cuyo caso puede haber hiperinfección interna. Algunos autores han descrito un ciclo que incluye artrópodos (pulgas, gorgojos, etc.) como huéspedes intermediarios, en los cuales se desarrolla el cisticercoide. El hombre o las ratas se infectan al ingerir estos artrópodos infectados.





Hymenolepis diminuta:

El parásito adulto mide de 20 a 60 cm, por lo cual se considera
de tamaño mediano. El escólex no tiene ganchos y posee cuatro ventosas. Los proglótides son cortos y anchos, los maduros tienen los órganos genitales de ambos sexos que desembocan en un poro genital lateral. Los proglótides grávidos se desprenden en el intestino donde liberan los huevos. Éstos son redondeados, de 60 µ a 80 µ, de color amarillento con una membrana externa gruesa y una oncosfera más pequeña en su interior, con tres pares de ganchos y sin filamentos polares. 


Ciclo de vida H. diminuta

Los huéspedes definitivos son las ratas y ratones; el hombre es huésped accidental. Requiere artrópodos como huéspedes intermediarios, los cuales pueden ser pulgas, cucarachas, gorgojos de la harina y larvas de varios insectos. Estos ingieren los huevos y forman larvas cisticercoides, las cuales son infectantes cuando el huésped definitivo ingiere el artrópodo. Los parásitos adultos se desarrollan en el intestino delgado, donde originan infecciones generalmente por uno o pocos parásitos


Dipylidium caninum:

El parásito adulto tiene un tamaño de 20 a 60 cm. El escólex es pequeño y de forma romboidal, provisto de cuatro ventosas y un rostelo retráctil armado de varias coronas de ganchos. Los proglótides inmaduros son más anchos que largos, al evolucionar llegan a ser cuadrados y cuando están maduros o grávidos son más largos que anchos. Los maduros poseen cada uno órganos sexuales macho y hembra a cada lado, con poros genitales bilaterales. Los proglótides grávidos se desprenden del parásito, tienen movimiento propio y pueden salir a través del ano. Su tamaño es aproximadamente 1 cm en su diámetro mayor, son ovalados con forma de un grano pequeño de arroz. Los huevos individualmente tienen morfología igual a los de T. solium y T. saginata, y se agrupan en acúmulos de ocho a quince, dentro de una cápsula ovígera, forma en la cual pueden ser eliminados en las materias fecales. Si la cápsula se rompe, los huevos son eliminados independientemente.



Ciclo de vida D. caninum
Es un parásito de perros, gatos y animales silvestres relacionados con éstos. El hombre es un huésped accidental poco frecuente. Los huéspedes intermediarios son piojos y pulgas, principalmente del perro. Las larvas de estos artrópodos ingieren los huevos, desarrollan las larvas cisticercoides, las cuales son infectantes cuando se ingiere el artrópodo. Los parásitos adultos se localizan en el intestino delgado, donde puede haber infección múltiple, aunque las infecciones humanas son con frecuencia únicas. 

Patología y patogenia

Las lesiones producidas por estos tres parásitos son siempre leves y consisten en inflamación de la pared del intestino delgado. H. nana por presentar un desarrollo larvario en el interior de la mucosa intestinal del hombre, puede causar alteraciones mayores en las vellosidades intestinales, especialmente en las infecciones masivas. 

Manifestaciones clínicas

En los pacientes, principalmente niños, con parasitismo intenso por H. nana con más de 1.000 parásitos, se producen síntomas digestivos, principalmente dolor abdominal, meteorismo, diarrea y bajo peso. Estos síntomas pueden llegar a ser intensos y aumentarse por el uso de medicamentos inmunosupresores. Los casos de parasitismo por H. diminuta y Dipylidium son pocos, y principalmente se conocen en niños que ingieren accidentalmente el artrópodo infectado. La sintomatología digestiva es poca o ninguna.En la dipilidiasis puede observarse la eliminación de proglótides móviles que tienen la forma de una pequeña semilla.

Diagnóstico 

Clínicamente no existen bases para un diagnóstico específico. La observación de proglótides en D. caninum o parásitos adultos de las otras dos especies, permite identificar el agente etiológico en estas parasitosis. El método más utilizado es la búsqueda de huevos en las materias fecales, lo cual permite hacer diagnóstico etiológico de las tres helmintiasis. Este método es inseguro en Dipylidium. En H. nana los recuentos de huevos permiten conocer la intensidad de la infección, pero las cifras pueden variar mucho en pocos días, debido a la formación de nuevos parásitos adultos a partir de las larvas cisticercoides que crecen en el intestino. En la mitad de los casos se observa hipereosinofilia circulante. Epidemiología y prevención La infección por H. nana es la más frecuente, aunque nunca alcanza la alta prevalencia de otras geohelmintiasis. Es el céstodo más común en el mundo y en años anteriores llegó a afectar el 4% de los niños escolares en zonas rurales del sureste de los Estados Unidos.[9] En algunos países tropicales la prevalencia es alrededor del 1% y se conocen zonas endémicas con cifras mayores. 

Tratamiento 

En general son más resistentes al tratamiento que las tenias. H. nana presenta la característica de que un solo tratamiento no cura la parasitosis en todos los casos, debido a la presencia de cisticercoides en el intestino. El medicamento de preferencia es el praziquantel a la dosis única de 25 mg/kg, la cual debe repetirse a las dos semanas, para mayor seguridad. En una investigación en que se usó albendazol en himenolepiasis experimental en animales y casos humanos, no se encontró eficacia. En otra investigación se usó nitazoxanida, aparentemente con buen resultado, pero el estudio no es confiable por deficiencia en los exámenes parasitológicos. H. diminuta y D. caninum se tratan con la misma medicación a dosis única. La niclosamida era el tratamiento antes de conocerse el praziquantel y se mantiene como alternativa. Raillietiniasis Es causada por céstodos del género Raillietina, parásito de animales, principalmente roedores y aves, que causa infecciones accidentales en el hombre. En los casos de infección humana se han descrito varias especies, entre las que mencionamos: R. quitensis, R. equatoriensis y R. celebensis, descritas en Polinesia.[16] Ecuador es el país en donde se ha reportado el mayor número de casos de esta parasitosis. En una zona endémica rural con seguimiento por 30 años, la incidencia en niños escolares fue entre 4% a 12%. Estos parásitos miden de 20 cm a 1 m, poseen escólex con rostelo y ganchos, proglótides con poro genital entre el tercio anterior y medio. Los ciclos de vida han sido poco estudiados. Al parecer se adquiere la infección al ingerir huevos del parásito a partir de las heces de animales infectados. No existe sintomatología especial, tal como ocurre con los otros céstodos mencionados. El diagnóstico se hace por el hallazgo de proglótides del tamaño de un grano de arroz y en algunas especies, los huevos en las materias fecales, semejantes a los de H. nana. Cuando se tienen los proglótides en el laboratorio se deben presionar entre lámina y laminilla, para diferenciarlos de otras estructuras, si son parasitarios se revientan y liberan cápsulas ovíferas. Si son vegetales con almidón, se tiñen de azul violeta con el yodo. El tratamiento se hace con praziquantel o niclosamida.













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