Enfermedades causadas por artrópodos
Enfermedades causadas por artrópodos
Los artrópodos pueden afectar al ser humano
en diferentes formas. En este capítulo se hace
referencia a aquellos que producen lesiones
por picaduras o enfermedades causadas por
diferentes mecanismos, que agrupamos en:
prúrigos y alergias cutáneas; alergias respiratorias y lesiones destructivas e invasivas. Los
artrópodos ponzoñosos o que causan daño
por envenenamiento se tratarán en el capítulo
siguiente.
Los piojos de la cabeza, Pediculus humanus var. capitis, del cuerpo Pediculus humanus var. corporis y los del
pubis, Phthirus pubis, son propios de
los humanos. Estos piojos producen
huevos o liendres que se adhieren al
cabello, a la ropa y al pelo púbico, de
éstos salen ninfas que se convierten en
adultos. Para alimentarse de sangre,
pican y producen máculo-pápulas pruriginosas. El rascado puede llevar a infecciones secundarias. Se diagnostican
al observar las liendres o los insectos.
Esta ectoparasitosis es más común en
niños y en grupos hacinados en los
cuales se transmiten por contacto directo u objetos personales. En el caso
de la pediculosis pubiana por contacto sexual. El tratamiento se hace con
ivermectina vía oral o en champú, la
cual se debe repetir a los diez a quince
días. Este tratamiento antiparasitario
se puede combinar con la aplicación
de benzoato de bencilo o insecticidas
en champú. Es conveniente examinar
y tratar tanto al paciente como a los
convivientes. Los piojos de cabeza y
cuerpo pueden transmitir tifo exantemático y fiebre recurrente.
Pulicosis (Pulgas)
La pulga de los humanos es Pulex irritans, la de las ratas Xenopsylla cheopis
y las de perros y gatos Ctenocephalides.
Todas pueden parasitar temporalmente
al hombre para obtener sangre por picadura. Producen en la piel máculas y
petequias muy pruriginosas. Generalmente no se requiere tratamiento y se
controlan con el uso de insecticidas en
los sitios en donde se reproducen. Algunas personas desarrollan alergia a su
picadura. Pueden transmitir peste, tifo
murino y algunos céstodos.
Tungiasis (niguas)
Las niguas pertenecen al mismo orden que las pulgas y se diferencian
de éstas en su morfología y en que
las hembras penetran la piel, principalmente de los pies. Producen un
nódulo intensamente pruriginoso
que crece mientras la hembra grávida aumenta de volumen hasta reventar espontáneamente para liberar los
huevos. Causa reacción inflamatoria
local y se puede complicar con infecciones bacterianas locales. Algunos
animales, especialmente los cerdos y
aves de corral son reservorios. El tratamiento se hace extirpando la nigua
o puncionándola, en cuyo caso salen
los huevos. Se previene con el uso de
calzado en lugares contaminados.
Cimicosis (Chinches)
Es causada por Cimex lectularius y
Cimex hemipterus llamados chinches de la cama, pues habitan en estos muebles y colchones, y durante
la noche pican para extraer sangre.
La picadura en la piel causa prurigo
y pueden desencadenar reacciones
alérgicas así como infecciones secundarias por el rascado. El tratamiento
se basa en aplicación de productos
antialérgicos y antipruriginosos. El
control se hace por uso de insecticidas aunque pueden desarrollar resistencia. Se considera que los chinches
de la cama no transmiten enfermedades. A los triatominos se les llama
también chinches pito, colonizan las
casas, chupan sangre principalmente
en la noche y transmiten la enfermedad de Chagas.
Miasis (larvas de moscas)
Son miasis obligadas las que tienen su
fase larvaria como parte del ciclo de
vida en los tejidos del hombre y de los
animales, los principales géneros son:
Dermatobia y Cordylobia. En el caso
de Dermatobia, la mosca adhiere los
huevos a artrópodos hematófagos en
donde embrionan y luego son pasados a los vertebrados en el momento
de succionar la sangre. Las miasis facultativas son aquellas que en su ciclo
de vida, tienen la fase larvaria en materias orgánicas en descomposición,
que pueden ser del medio ambiente
o de heridas, como ocurre con los géneros Cochliomyia, Calliphora y Lucilia. Las accidentales son aquellas en
que las larvas ocasionalmente llegan
al hombre, como los géneros Musca
y Fannia. Las larvas al madurar salen de los tejidos espontáneamente
para transformarse en pupas en la
tierra, de donde emergen los adultos.
Las manifestaciones clínica se pueden clasificar en: forunculosas en la
piel, migrantes en los tejidos, cavitarias, de las heridas e intestinales. Se
diagnostican extrayendo la larva cuya
morfología y las características de los
espiráculos respiratorios, permiten la
identifican de especie. El tratamiento
se hace por la extirpación manual o
quirúrgica. También se usa ivermectina por vía oral.
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